Potencia y Movilidad Sin Cables: Descubre las Sulfatadoras eléctricas a Batería para tus Necesidades de Pulverización
Una sulfatadora a batería ofrece una serie de ventajas distintivas en comparación con otras opciones disponibles en el mercado. Estas incluyen:
- Portabilidad y movilidad: Las sulfatadoras a batería son altamente portátiles y no requieren cables o conexiones eléctricas, lo que permite su uso en cualquier lugar, incluso en áreas remotas o de difícil acceso.
- Versatilidad: Al no depender de una fuente de energía externa, las sulfatadoras a batería son versátiles y pueden utilizarse en una variedad de aplicaciones, desde la agricultura hasta la desinfección de espacios interiores y exteriores.
- Facilidad de uso: Las sulfatadoras a batería son fáciles de manejar y no requieren de habilidades técnicas especiales para su operación. Esto las hace accesibles para una amplia gama de usuarios, incluidos los aficionados y los profesionales.
- Silenciosas y respetuosas con el medio ambiente: En comparación con las versiones a gasolina, las sulfatadoras a batería son más silenciosas durante su funcionamiento y no emiten gases de escape, lo que las hace más respetuosas con el medio ambiente y adecuadas para su uso en áreas sensibles.
- Menor mantenimiento: Las sulfatadoras a batería suelen requerir menos mantenimiento en comparación con las versiones a gasolina, ya que no tienen motores de combustión interna que requieran ajustes o cambios de aceite periódicos.
Hay muchos modelos y la tecnología de las sulfatadoras eléctricas a batería está sobradamente probada.
¿Cómo funciona un pulverizador a batería?
Un pulverizador o sulfatadora a batería sustituye las tradicionales bombas de émbolo de los equipos manuales, por una bomba con un motor eléctrico que se alimenta de una batería de 5 a 12 voltios.
La ventaja más evidente de estos equipos es evitar que el operador de la sulfatadora se canse bombeando manualmente el caldo de fumigación.
¿Cómo se carga una sulfatadora a batería?
Existen dos tipos de montajes para las baterías, ya que algunos fabricantes optan por las baterías integradas y otros por cómodas baterías extraíbles.
Las baterías integradas suelen ser más compactas, con menos piezas y su aislamiento de protección contra humedad y polvo es mucho más sencillo.
Sin embargo, en caso de precisar mantenimiento, acceder a ellas es un poco más complicado.
Las baterías extraíbles son de uso muy cómodo puesto que no hay que cargar con la totalidad del equipo para acceder a una toma de corriente.
Una batería extraíble puede transportarse con facilidad hasta el cargador y en caso de contar con más de una batería, la autonomía del equipo se alarga considerablemente.
¿Cuánto dura la batería de una sulfatadora? ¿Cuánto se tarda en cargar?
Evidentemente hay diferencias de un equipo a otro, pero podemos establecer una autonomía de:
4 horas (240 minutos) para sulfatadoras de mochila con batería integrada a 12 voltios.
30 – 60 minutos para una sulfatadora pequeña con cargador USB y que trabaje a 5 voltios
¿Cómo se sustituye una batería integrada en una sulfatadora?
Las baterías en estos equipos pueden venir integradas o son extraíbles como en los modelos de Garland.
La mayoría de los usuarios que optan por baterías extraíbles, cuentan con más de una unidad para poder intercambiar o sustituir en caso de que se dañen.
Las baterías integradas están diseñadas para que tengan una duración similar al equipo de pulverización donde van montadas, pero más de un usuario decide acometer la sustitución de estas baterías cuando se han dañado por filtraciones del caldo o porque el usuario es muy cuidadoso y el pulverizador está todavía en buenas condiciones.
Por menos de 15 euros el usuario puede obtener una nueva batería y no tener que desembolsar el coste de una sulfatadora nueva.